Eugenio Amézquita Velasco

Durante siglos, el acto de cubrirse la cabeza con una pañoleta o mantilla fue una práctica común entre las mujeres al ingresar a los templos, especialmente en contextos católicos. Esta costumbre, cargada de simbolismo religioso y cultural, hunde sus raíces en la tradición judeocristiana y en normas litúrgicas que buscaban expresar reverencia, modestia y respeto ante lo sagrado.

El origen bíblico y canónico

La práctica se remonta al Antiguo Testamento, donde cubrir lo sagrado era una señal de respeto. En el Nuevo Testamento, San Pablo establece en su primera carta a los Corintios que la mujer debe cubrirse la cabeza al orar o profetizar, como signo de sujeción y modestia. Esta enseñanza fue recogida por la Iglesia durante siglos, y el Código de Derecho Canónico de 1917 lo reafirmaba en su canon 1262, obligando a las mujeres a cubrirse “especialmente cuando se aproximan a la mesa sagrada”.

El significado espiritual y simbólico

El velo o mantilla no era solo una prenda decorativa. Representaba:
-Modestia y recogimiento, al cubrir la “gloria” de la mujer (su cabello).
-Respeto a la presencia divina, especialmente ante el Santísimo Sacramento.
-Imitación de la Virgen María**, quien es representada tradicionalmente con velo como símbolo de pureza y obediencia.
- Distinción litúrgica, similar al uso de la sotana en sacerdotes o el hábito en religiosas.

Evolución cultural y social

En España, la mantilla adquirió también un valor político y social. Durante el siglo XIX, se convirtió en símbolo de identidad nacional frente a la influencia francesa. Incluso se usó como forma de protesta, como en la “Conspiración de las Mantillas” de 1871, donde mujeres madrileñas desfilaron con mantilla y peineta para rechazar al rey Amadeo de Saboya.

El declive, su regreso y recuperación

Tras el Concilio Vaticano II, el uso del velo dejó de ser obligatorio. Aunque no fue explícitamente prohibido, su omisión en el Código de 1983 llevó a su abandono masivo. Sin embargo, en años recientes, algunas mujeres —incluso jóvenes— han retomado esta práctica como expresión de fe y tradición, especialmente en celebraciones como la Semana Santa, bodas religiosas o misas solemnes. #MetroNewsMx #GuanajuatoDesconocido